miércoles, 9 de noviembre de 2011


El acto de pensar en la gran responsabilidad de hacer una familia, es lo más bonito que puede existir. Para ser padres no se estudia, nadie te enseñan la manera en cómo realizarlo, simplemente se aprende con el paso de los años.
Pero el tomar una decisión arrebata no llevaría a nada bueno. Más si se es un adolecente como lo que actualmente vivimos.
Pequeños jóvenes que experimentan la vida sexual a temprana edad, la cual se dejan llevar por un momento de “calentura”, de “experimentar situaciones nuevas”, en la cual no llegan a tomar las medidas de precaución para no originar un embarazo no deseado.
Tenemos que hacer conciencia que el tener relaciones no es malo, siempre y cuando se tomen las medidas preventivas para estar bien psicológicamente, tomar medidas que cuiden nuestra salud, como lo es yendo con el ginecólogo. Ya que muchas personas no podrán tener el solvente suficiente para hacerlo hay un método muy efectivo, el condón.

“Están valioso el significado y el acto de trascender en la vida, la decisión de ser madre o padre, que en muchas ocasiones, esa gran situación nos impide analizar con serenidad una acción tan distinta como es la de abortar. Así como tener un hijo compromete los recursos y los márgenes de la realización personal, interrumpir un embarazo es tan bien un gran actitud de responsabilidad”

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